Porque, ante una falla, pueden generar consecuencias mecánicas graves, afectando directamente la capacidad del vehículo para operar de forma segura. Estas piezas no son intercambiables con genéricos sin poner en riesgo el resto del sistema.

A continuación, te detallamos algunas de las piezas críticas más comunes y por qué es fundamental elegirlas con responsabilidad:

1. Bujes de suspensión

Aíslan vibraciones y ruidos entre la carrocería y la suspensión. Permiten un movimiento controlado del tren delantero y absorben pequeñas irregularidades del camino. Si se desgastan o están mal fabricados, pueden provocar ruidos, desalineación, desgaste prematuro de neumáticos y pérdida de control.

2. Soportes de motor

Mantienen fijo el motor y absorben sus vibraciones. Un soporte en mal estado genera golpeteos, vibraciones excesivas en cabina, y hasta puede afectar mangueras o sistemas cercanos por desplazamiento anómalo.

3. Tren delantero (rótulas, brazos, parrillas)

Permite direccionar el vehículo con precisión y soportar las cargas del sistema de suspensión. Si estas piezas no tienen la resistencia estructural adecuada, puede haber desalineaciones, vibraciones al volante e incluso fallas críticas en ruta.

4. Topes de amortiguador

Evitan que la suspensión llegue al final de su recorrido con un impacto seco. Un tope defectuoso genera golpes directos al chasis, ruido constante y daño en los amortiguadores.

5. Bujes de barra estabilizadora

Su función es mantener la estabilidad del vehículo en curvas o maniobras bruscas. Una falla aquí incrementa el balanceo lateral del auto, reduciendo la adherencia al suelo y aumentando el riesgo de vuelco.

6. Soportes de caja / transmisión

Sostienen y aíslan la caja de cambios del resto de la estructura. Cuando no cumplen su función correctamente, se producen vibraciones, ruidos y desgaste prematuro del sistema de tracción.

El riesgo de usar componentes genéricos

Las piezas genéricas o sin certificación pueden parecer una solución económica, pero a largo plazo resultan más costosas: aumentan la tasa de fallas, generan reclamos, comprometen la seguridad del cliente y afectan la reputación del profesional o del taller.

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